sábado, 18 de diciembre de 2010

 
Mi nombre es María Lourdes González Paredes, nací en la bella ciudad jardín de Empalme, Sonora. Hice mis estudios básicos en la misma ciudad, primaria, secundaria y preparatoria. La normal superior la cursé en la cuidad de Chilpancingo, Guerrero. Haciendo la maestría en Pedagogía en la ciudad de Tepic, Nayarit. Hoy en la actualidad trabajo en la escuela Secundaria General #1 de la cuidad de Empalme, tengo 29 años de servicio docente. He llevado diplomados de Español de forma virtual ofertados por la SEC. e impartido por la Universidad de Sonora, pienso que siempre debemos de estar actualizándonos no importando la edad que tengas. Mi esposo también es maestro de secundaria en Ciencias, tengo 4 hijos, 2 son profesionistas y 2 están estudiando la Universidad; tengo 2 nietas pequeñas. 
Con respecto al diplomado que estoy cursando espero obtener muy buenos resultados y aprender mucho más sobre como trabajar con la tecnología e incorporarla a mi tarea diaria como docente.  
Dentro de mis gustos esta la lectura de poemas y la narrativa.
En la poesía mi autor favorito es Pablo Neruda y en la narrativa me encanta la forma en que escribe Gabriel García Márquez.  
Me gusta convivir y tener muchos amigos.
Trabajo en Equipo” no significa solamente “trabajar juntos”. Trabajo en Equipo es toda una filosofía organizacional, es una forma de pensar diferente, es un camino ganador que las empresas han descubierto en los últimos años para hacer realmente que el trabajador SE COMPROMETA de veras con los objetivos del salón de clases.
La adopción de la verdadera filosofía de trabajo en equipo en una organización, y de sus técnicas, puede atraer a los alumnos  éxitos en rendimiento personal y colectivo, que impulsen su desarrollo académico.
Para llegar a un buen equipo tienen que darse cuatro requisitos indispensables: la comunicación, las diferentes aptitudes y habilidades, entre ellos tiene que tener un propósito en común y con objetivos claramente identificados.
El trabajo en equipo no es fácil de implantar con los alumnos. En el mundo occidental se nos ha enseñado a competir unos contra otros. Incluso los sistemas de incentivos se basan en la competencia dentro del mismo equipo, cuando en realidad lo que ocupamos es que todos “trabajemos juntos”.
En la escuela el niño siempre está compitiendo con el compañerito por la nota más alta, pero las investigaciones han demostrado más allá de cualquier duda que para lograr mayor productividad no sólo no hace falta la competencia, sino que más bien hace falta la ausencia de competencia.
Hay que enseñar a la gente a confiar unos en otros y en disfrutar del éxito colectivo del equipo, no de la luz propia y brillante de “mi estrella”. Hay que reforzar (premiar) a la gente que comienza a adoptar hábitos tendientes a la filosofía del trabajo en equipo. Y hay que montar una seria capacitación situacional en lo que trabajo en equipo se refiere.