La adopción de la verdadera filosofía de trabajo en equipo en una organización, y de sus técnicas, puede atraer a los alumnos éxitos en rendimiento personal y colectivo, que impulsen su desarrollo académico.
Para llegar a un buen equipo tienen que darse cuatro requisitos indispensables: la comunicación, las diferentes aptitudes y habilidades, entre ellos tiene que tener un propósito en común y con objetivos claramente identificados.
El trabajo en equipo no es fácil de implantar con los alumnos. En el mundo occidental se nos ha enseñado a competir unos contra otros. Incluso los sistemas de incentivos se basan en la competencia dentro del mismo equipo, cuando en realidad lo que ocupamos es que todos “trabajemos juntos”.
En la escuela el niño siempre está compitiendo con el compañerito por la nota más alta, pero las investigaciones han demostrado más allá de cualquier duda que para lograr mayor productividad no sólo no hace falta la competencia, sino que más bien hace falta la ausencia de competencia.
Hay que enseñar a la gente a confiar unos en otros y en disfrutar del éxito colectivo del equipo, no de la luz propia y brillante de “mi estrella”. Hay que reforzar (premiar) a la gente que comienza a adoptar hábitos tendientes a la filosofía del trabajo en equipo. Y hay que montar una seria capacitación situacional en lo que trabajo en equipo se refiere.
No hay comentarios:
Publicar un comentario